Pared de vidrio es un proyecto de Caroline Peña Bray constituido por imágenes- simulacro. Son el registro fotográfico de una acción previa: las ventanas del espacio fueron engrasadas con jabón. Manchas que ahora impresas revelan los gestos de la mano que restregó la materia grasa. Acto dramático, parodia visual. La ventana-foto se contrapone a la ventana-ventana. ¿Cuál es realidad y cuál ficción? Lo turbio hace de las suyas: ya no vemos lo que está afuera, apenas lo intuimos. El espectador experimenta la aniquilación de su sentido más preciado. El drama de la acción es la negación misma del objeto-ventana y su función.

Las fotografías – que también son ‘pinturas’ – nos contaminan el campo visual. La experiencia de percepción es entorpecida, velada. Una versión, quizá bastarda, de lo real. Vaya experiencia a la que nos somete la artista: estamos enfrentados con ‘falsas ventanas’, nos encontramos con la ilusión óptica de éstas. Somos, en nuestra condición de observadores, parte del experimento. Nos han sacado de la zona de confort. ¿Qué es entonces lo que estamos viendo? ¿Cuál es el poder que ejerce el hecho de que objeto e imagen estén ahí “mirándose”? Peña Bray ha imposibilitado la transparencia del vidrio. Ya no podemos ver a través de el. Las fotografías se imponen, hay algo que se clausura, pero también hay algo que se abre ipso facto.

Curador: Bernando Montoya
Inaguración:  26 de marzo de 2015